David Gómez Picard (Palma, 1971) es gerente de FAN Mallorca Shopping, el mayor centro comercial de Baleares, y ponente de ESERP Business School en Palma, donde imparte módulos de marketing estratégico y de gestión e innovación. Enseña a utilizar técnicas de gamificación para que aprendan a sacar el máximo provecho de sus empresas y proyectos. Sus 24 años de experiencia profesional incluyen la dirección de entidades como Ports IB (la empresa pública que gestiona los puertos de Baleares) o la división para España y Francia de la compañía logística Peters & May.
¿Cómo logra usted compaginar la gerencia de FAN Mallorca Shopping con la docencia en ESERP?
Por mi trabajo no puedo ejercer como profesor titular, pero sí colaborar en módulos cortos de dos o tres días. Es cuestión de organizarse. Mi relación con ESERP comenzó en 2012 y desde entonces he conseguido mantener el vínculo. Antes ya había participado en un módulo de recursos humanos de la UIB y había ofrecido servicios de consultoría a través de mi propia empresa. Es muy gratificante aportar mi experiencia y compartir ideas con los alumnos. Me obliga a estar formado, informado y actualizado en muchas materias. Tenga en cuenta que los alumnos de ESERP son economistas, ingenieros y otros profesionales que pueden aportar puntos de vista diferentes. En mis clases procuro que se abran debates y se establezcan sinergias.
Es decir, que usted también aprende.
Por supuesto. El debate es muy interesante porque te permite ver la visión de un determinado asunto en función del perfil del alumno: el que tiene formación científica, el jurista, el que viene del mundo de la comunicación… En cada clase te llevas cosas. Alguien hace un comentario y piensas: “Vaya, no había reparado en ese ángulo”. La aportación de un alumno sobre su campo de conocimiento enriquece la experiencia formativa a todos los niveles.
Hábleme de la gamificación. ¿Qué es y para qué sirve?
Creo muy importante que los másteres se enfoquen de una manera distinta a lo que son las visiones más tradicionales. Hace ya años que incorporé la gamificación a mis clases. Consiste en la utilización de técnicas de juegos para fines no lúdicos. Se utiliza muchísimo en las empresas anglosajonas, sobre todo en el ámbito del marketing, pero no exclusivamente. En Canadá, por ejemplo, algunos hospitales la usan para realizar el diagnóstico de niños con cáncer. Surgió hace muchos años y, de hecho, existe controversia sobre si es algo nuevo o que ya existía. Sin embargo, las tecnologías actuales de la comunicación nos permiten desarrollar esta técnica de una forma que hasta hace poco era.
Y no perder el espíritu crítico…
Sí, pero sobre todo respecto a uno mismo. A mis alumnos siempre les digo que sometan su plan de negocio a la consideración de personas que les van a decir aquello que no quieren oír. No se lo enseñes a un amigo o a tu pareja. Busca a alguien que te haga ver la realidad, que a veces puede ser muy dura. Ahí volvemos a lo que hablaba antes. La metodología del Lane Start Up es básica.
¿Qué buscan sus alumnos en la formación de ESERP?
Por lo general quieren desarrollar su negocio o hacer que sus empresas crezcan y sean más eficientes. Como empresarios que son o pretenden ser es crucial que tengan una visión de 360 grados. Les hago ver que muchas veces pasan por delante de locales donde se ha puesto un restaurante, una tienda de muebles, lo que sea, y ellos mismos piensan: “Esto no va a durar”. Pasan al cabo de tres meses y, en efecto, hay colgado un letrero de “se traspasa”. Les pido que ante esas situaciones cotidianas hagan un ejercicio y traten de entender qué ha pasado, porque aquello no ha funcionado.
¿Cuánto de su experiencia de 24 años en el sector privado y público vuelca en sus ponencias?
El valor de un profesor o un ponente de máster es sobre todo su experiencia. Casi un cuarto de siglo da para muchas cosas, incluso para algunos éxitos. Yo he tenido la fortuna de poner en marcha proyectos en diferentes ámbitos. Por mi vinculación al sector marítimo, donde trabajé 18 años, he tratado con gente de todos los continentes y he aprendido mucho. No es lo mismo trabajar con gente del sur de Europa, de países como Grecia, Italia o España, que hacerlo con un japonés. Al final conoces muchas anécdotas que ayudan a hacer las clases más dinámicas. Cada cuento tiene una moraleja que ayuda a ver que donde están los errores y los aciertos.
Hablando de experiencia, ¿cómo está siendo su etapa actual en FAN Mallorca Shopping?
Muy positiva. Cuando me contrataron, hace tres años, les advertí que venía de un mundo completamente distinto, de un sector que no tenía nada que ver con su negocio. Su respuesta, que resultó muy motivadora, fue: “Por eso, precisamente, estás aquí”. FAN tiene 106 locales, 1.200 empleados y mucha actividad. Es una gran responsabilidad.
¿Cómo valora la labor de ESERP en la formación de emprendedores?
ESERP está haciendo una gran labor consiguiendo que haya gente joven lanzando proyectos. Y, por otro lado, contribuyendo a que haya una formación de calidad para los profesionales. Permítame que en este punto cite un caso de éxito del que creo que la escuela debe sentirse especialmente orgulloso: Enovan, la empresa de un alumno que hoy es líder prestando servicios de gestión para hoteles y otras grandes compañías.
Ha dicho “formación de calidad” para profesionales. ¿Descuidan las empresas la formación de sus empleados.
Le voy a responder diciendo que, desde mi punto de vista, la formación debería ser obligatoria en las empresas. Hay una frase de Richard Branson muy elocuente: “Forma a tus empleados para que se puedan ir a otra empresa y trátalos bien para que se queden”.