Es lunes y ya han pasado las ocho de la mañana. Los alumnos del instituto Guillem Cifre de Colonya están en clase.
Esa es una de las muchas misiones de Carles Ferrer, el policía tutor de Pollença: asegurarse de que todos los chavales están en el redil a su hora. Tras sonar el timbre, dedica un rato a hacer una ronda por cuatro enclaves del pueblo en los que ‘se refugian’ algunos para saltarse las clases y/o fumarse un porro. También lo hace a la hora del patio, aunque desde que pusieron barreras, las escapadas han disminuido considerablemente.
El lunes de la semana pasada Carles cambió la rutina: tocaba dar una charla en 1º de ESO sobre las drogas, mano a mano con Pere Mercè, dinamizador del área de juventud del ayuntamiento.
El policía tutor interviene y pone ejemplos cercanos para los chicos. Si explican los efectos del alcohol, les habla de Sant Antoni: “Por la mañana cuando van bebidos todos parecen muy contentos, pero a las once de la noche no hay ni uno de contento, os lo digo yo que me toca trabajar”. Al hablar de las adicciones, les saca el tema del móvil: “Si estáis 24 horas sin mirar el Whatsapp o el insta, ¿no estáis nerviosos?”.
El insta es Instagram, la red social que, junto a Snapchat, más tirón tiene entre los jóvenes. A los policías tutores no le queda otra que actualizarse continuamente para tratar de seguir el ritmo de modas y tendencias de los adolescentes. Así entienden su idioma y se enteran de qué andan haciendo por la redes y pueden avisar a los padres si por ejemplo ve que alguna chica ha colgado una foto con poca ropa o alertar al centro si ante casos de ciberbullying.
El policía tutor no es un colega, pero tampoco es un policía al uso, ni un profesor, ni un padre: “Es un equilibrio difícil, pero se consigue: a mí me tienen respeto, pero se me acercan”, explica Carles, que conoce bien a los chavales. Algunos le consultan cosas delicadas, ya sea en persona o a través de Whatsapp.
Su apuesta es educar y preventivo para “intentar controlar y reconducir” en vez de reprimir y sancionar: “Si encuentro a uno fumando un porro por primera vez no le pongo multa, pero hago venir a los padres al cuartel y que sea el chaval quien les explique lo que ha pasado: eso le crea más conciencia que una denuncia”.
Además del instituto de Pollença, Carles se encarga de los colegios y del IES Clara Hammerl del Port de Pollença. Con los más pequeños también realiza actuaciones: “El otro día a dos chavales les hice dejar la ‘bici’ en el ‘cole’ e ir andando a casa porque ya les había dicho varias veces que tenían que llevar casco”. Llamó a los padres y les explicó la situación. Les pareció bien.
No es raro que sean las familias las que le llamen para pedirle ayuda. Carles ha detectado que muchos padres no saben cómo afrontar la intolerancia a la frustración de sus hijos, que se muestran incapaces de recibir un ‘no’ por respuesta y responden con comportamientos difíciles de manejar.
La colaboración con los directores y profesores también es fructífera. Aunque algunos contados equipos recelan de que una persona uniformada y armada entre en la escuela, son una figura muy valorada por los centros.
De hecho, fue el SOS lanzado por director de un instituto (el del IES Guillem Cifre precisamente) lo que propició el nacimiento del programa del policía tutor hace 17 años. Pedía ayuda ante problemas absentismo, familias difíciles de localizar y la venta de drogas.
Y Rafel Covas, entonces policía local de Pollença, respondió a la llamada de auxilio con una idea, un agente colaborador con el centro escolar. Tras la implantación de la experiencia piloto, Alcúdia y Sa Pobla se mostraron interesadas en tener un agente de estos. Y cada vez más municipios lo pidieron.
Hoy Covas es el coordinador de un programa con 72 agentes en toda Baleares y presente en todos los municipios mallorquines excepto Petra, Escorca y Ariany. Por su carácter pionero y sus resultados, Covas y otros compañeros viajan el próximo miércoles a Bruselas para explicar el programa ante las instituciones europeas.
A Palma el policía tutor llegó hace tres cursos. Y la realidad de sus agentes es totalmente diferente a la que vive Carles en Pollença.
En Ciutat es más difícil establecer vínculos con alumnos y familias. Y es que de momento hay solo tres agentes: uno para la zona de Nou Llevant y Son Cladera; otro para Verge de Lluc y Son Oliva; y un oficial que ejerce de coordinador y atiende los casos más graves.
Ese oficial es Fernando Carrillo, que el otro día acompañó a Sebastià, responsable de la zona de Nou Llevant, en su ronda mañanera. A la hora de entrar en el instituto Antoni Maura vigilan que no haya peleas, que no estén fumando…
Tras sonar el timbre, dan una vuelta por el parque de Can Palou o el de la Guardia Civil y si encuentran a algún chaval allí, lo acompañan andando al instituto. Si lo localizan más lejos piden un coche camuflado para llevarlo de vuelta al centro. El joven ve así que no ir a clase es un asunto serio. Hay familias que se sorprenden cuando el policía tutor va a hablar con ellos porque su hijo no ha ido a clase: “Les choca, pero así ven que es un tema importante”.
Muchas veces su mera presencia ya tiene un efecto disuasor: “La semana pasada me llamaron por una sustracción de libros, fui al centro y al día siguiente reaparecieron”, cuenta Sebastià.
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Actuaciones del curso pasado por alumnos que no iban a clase.
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Actuaciones del policía tutor el curso pasado.
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Avisos emitidos el curso pasado por posibles casos de maltrato infantil.
“Solucionar problemas”
El policía tutor atiende muchísimas problemáticas (maltrato infantil, juego online, hurtos…). Fernando y Sebastià valoran que solucionan temas que antes quedaban sin resolver porque los implicados (padres, profesores o niños) no sabían a quién acudir. “No podrás solucionar todo, pero solucionas un problema”, dice Sebastià. Y eso ya es un mundo.
Recuerda por ejemplo cómo actuaron y pusieron fin a la situación que vivían las alumnas que salían del instituto de noche y tenían que aguantar que unos hombres les gritaran obscenidades desde un coche. O aquel chico que vivía con su padre y estaba desatendido y no comía y que finalmente, tras su intervención, fue devuelto a su país de origen con su madre: “Nos daba las gracias”.
Fernando destaca el trabajo en red con otros organismos y profesionales implicados en temas de menores (psicólogos, servicios sociales…). Ante casos muy problemáticos hacen reuniones para abordarlos de forma unificada: “Buscamos una solución porque vemos que hay niños que ‘podemos salvar’ entre todos”.
Solucionar problemas les gusta, pero más les gusta atajarlos. Por eso dan mucha importancia a las actuaciones con los niños de Primaria. Prevenir es imperativo y más ante el imparable aumento de los delitos cometidos por menores de 14 años, que achacan a la falta de límites y a un excesivo “proteccionismo”.
Aunque en Palma son muy pocos (para Fernando lo ideal sería una unidad con 20 policías), están satisfechos con los pasos dados y la acogida que han tenido, también entre los alumnos: “Va calando la idea de que hablar con nosotros para ayudar a alguien no es de chivatos, es de valientes”.
Piden a Grande-Marlaska poder investigar los temas de menores
Reunión en Madrid
Como presidente de la Asociación Nacional de Agentes Tutores, Covas se reunió con el ministro.
Rafel Covas, impulsor y coordinador del programa del policía tutor en Balears, es además presidente de la Asociación Nacional de Agentes Tutores (ANAT).
Como tal, la semana pasada se reunió con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para presentarle el programa y darle a conocer las reivindicaciones de estos policías tutores.
Por ejemplo: poder realizar labores de investigación en los temas referidos a menores. Como son policías locales, estos agentes no pueden ir más allá de las primeras diligencias de investigación en cuestiones como la venta de drogas o el acoso escolar más grave. A no ser que la Fiscalía les inste a investigarlo, por una cuestión competencial deben pasar estos casos a la policía nacional para que sea ésta quien investigue. “Como ya tienen muchos otros trabajos, a veces no pueden atender estas cuestiones”, apunta Covas, que señala además que es muy frustrante no poder seguir trabajando con determinados menores o familias, que no siempre entienden que no sea el policía tutor, a quien conocen, quien siga con el tema.
La posibilidad de fijar medidas de reeducación obligatorias para los menores de 14 que cometan delitos (tendencia en “preocupante aumento”) es otra de las reivindicaciones de los policías tutores.
Algunas claves de las actuaciones del policía tutor el curso 2017-2018
MENORES DE 14 AÑOS
Cada vez hay más que cometen delitos.
Es una tendencia al alza en toda España. Para el coordinador de los policías tutores es “preocupante” y requeriría cambios legales para que se les pudiera obligar a asistir a programas de reeducación.
ABSENTISMO
La actuación más habitual en el ámbito escolar.
El absentismo es la principal causa de actuación en el ámbito escolar: un millar de intervenciones el curso pasado. Los policías tutores lograron localizar a 134 niños que habían ‘desaparecido’ del sistema.
DROGAS
Menos consumo, más venta de marihuana.
Las intervenciones por drogas han caído de forma notable, al detectarse menos alumnos consumiéndolas, pero ha habido más casos de venta de marihuana (aunque no han llegado a la treintena).
TRABAJO CON SERVICIOS SOCIALES
Entregaron a 32 menores a casas de acogida.
El policía tutor trabaja de forma cercana con Fiscalía de Menores y servicios sociales. Actuaron ante 259 conflictos familiares y entregaron a 32 menores a casas de acogida.
MATERIA PENAL
Más robos y daños a vehículos aparcados.
En materia penal, la memoria del curso pasado registra más casos de robos y hurtos (78) así como más episodios de jóvenes que dañan coches o edificios cercanos a su instituto (90).
‘Memes’ y WhatsApp
Este curso los policías tutores difundirán en institutos y redes sociales un cartel que imita el popular meme del rapero Drake. En esta versión, en vez de Drake, un policía tutor muestra su rechazo al acoso escolar y su alegría por el compañerismo: “Es un atrevimiento pero hay que llegar a los jóvenes”, considera Rafel Covas, coordinador del programa. Además, en más de 44 municipios los chavales pueden comunicarse con su policía tutor vía WhatsApp.
Tras extenderse por España, Balears exporta el modelo a Europa
Este programa nació el curso 2001-2002 en Pollença por el impulso de Rafel Covas y fue pionero a nivel nacional
El programa del policía tutor arrancó el ejercicio 2001-2002 en Pollença gracias al impulso de Rafel Covas (actual coordinador) y sigue consolidándose en Balears: el curso pasado llegó a 60 municipios con 70 policías locales dedicados (con dedicación parcial o exclusiva) a ejercer de policía tutor. Este curso el programa ya ha crecido: Capdepera cuenta con esta figura desde el pasado lunes y Costitx la incorporó en septiembre.
El programa balear es pionero a nivel estatal y ha sido imitado por varias comunidades autónomas. Ahora ciudades europeas se han interesado por el modelo aplicado en las islas y los responsables tienen planificada ya una cita para presentarlo ante instituciones europeas en Bruselas.
Covas destacó que además de las intervenciones ante determinadas problemáticas, parte clave de su trabajo es la prevención. En este sentido, destacó que el curso pasado los policías tutores hicieron 745 sesiones a las que asistieron 15.757 alumnos. Los temas tratados fueron: peligros de las nuevas tecnologías (del ciberacoso a la adicción y los juegos en línea); acoso escolar; violencia machista y drogas, entre otros aspectos.
En esta línea preventiva, la dirección general de Emergencias impulsa, a través del Institut de Seguretat Pública de Balears (ISPIB), un programa de educación vial que el año pasado llegó a 58.000 estudiantes de 54 municipios.
Desde 2017 los policías locales de las islas cuentan con material didáctico propio, homogéneo y unificado para usar en Primaria. El pasado octubre se publicó la segunda Guía de Educación Vial para alumnos de segundo ciclo de Infantil. Además, la dirección general ha adquirido un nuevo parque infantil de tráfico para Mallorca y otro para Menorca.