
Teniendo presente que la crisis pone en cuestión la relación entre la sociedad y la empresa, Carmen Planas subraya, entre otras necesidades, las responsabilidades de los agentes sociales y económicos en la recuperación del tejido perdido.
— ¿Sobre qué pilares se erige actualmente la CAEB?
—Un pilar fundamental es prestar servicio al tejido empresarial en su totalidad, como única organización empresarial de Balears que representa a todos los sectores y territorios de nuestra comunidad autónoma, y desde la independencia frente a la Administración. Intentamos que la financiación de la CAEB proceda todavía más directamente de nuestros miembros y menos de los fondos públicos, incluso pensando que estos deben ser residuales, o que sean reflejo exclusivo de encomiendas directas de gestión. Otro pilar es tener presente que la crisis está poniendo en cuestión la relación entre la sociedad y la empresa y que cada uno de nosotros, desde el nivel de responsabilidad que tenemos, hemos de revertir esa imagen contraria al empresario y a la actividad empresarial. La empresa es clave y la empresa hace sociedad. Somos agentes sociales, hay que ser responsables, e impulsar el cambio económico y el cambio social de estas Islas. Del mismo modo, creemos fundamental impulsar la innovación, la implantación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, permiten un desarrollo distinto y la adaptación a un mercado transformado por exigencias de la crisis. Actuar así es una de las responsabilidades del empresario. En conclusión, tenemos el compromiso de colaborar con la sociedad con una meta definida: consolidar el tejido empresarial de las Islas y asegurar así la estabilidad futura de nuestra Comunidad Autónoma. Si no se genera confianza en Balears, en España, en Europa, la economía de las Islas no avanzará, o lo hará con crecimientos modestos. En cuanto se empiece a avanzar se generará un círculo virtuoso que atraerá capital de inversores extranjeros y nacionales y, en consecuencia, aumentará la inversión, la actividad y el empleo. Trabajar con agentes sociales y solidarios es indispensable en esta nueva etapa.
—Ante las nuevas leyes emergentes, ¿está cambiando el escenario empresarial balear?
—Ha sido una legislatura muy activa, con cambios legislativos importantes que, efectivamente, se están notando, al incentivar creación de empresas e inversiones. El número de empresas crece en más de 1.000 con respecto al año pasado y poco a poco estamos recuperando el tejido perdido. De todas formas, hay que simplificar mucho más la Administración y, por ejemplo, la reforma fiscal planteada es insuficiente y en algunos casos, como en el incremento del IVA sanitario, perjudicial.
—¿Comparte los objetivos contemplados en el nuevo Plan de Empleo de Balears 2014-2017?
—Hemos votado a favor del Plan de Empleo, si bien nos hubiera gustado que se aplicara con anterioridad. Esperemos que aunque ya llevamos 20 meses reduciendo el desempleo y más de un año aumentando la afiliación, sirva de impulso y consolide la mejora del mercado laboral.
—Según los últimos datos publicados por el INE, la confianza empresarial aumenta en Balears. ¿Cuáles son las expectativas de la CAEB?
—Es cierto que mejora la confianza empresarial y que estamos mejor que el conjunto de España, pero venimos de una situación de confianza muy negativa. Mejoramos, pero estamos lejos de una situación excesivamente optimista o eufórica. Esperamos que en los próximos años vaya mejorando las perspectivas si se avanzan con las reformas, y aumenta el empleo y el consumo interno.
—¿Y cómo valora la confianza depositada en el modelo turístico balear, teniendo en cuenta que la economía balear es la que menos depende de España?
—Las campañas turísticas están siendo buenas, pero no hay que tirar cohetes. Tenemos mayor dependencia del exterior y menor dependencia del turismo nacional, y ello nos ha permitido comenzar a crecer antes que otros destinos españoles, pero hay que ser prudentes porque aunque el número de pasajeros crece, no lo hace tanto el de clientes de actividades empresariales reguladas. La economía sumergida, personas que hacen negocio sin darse de alta, concentra gran parte de ese crecimiento, por lo que no estamos viviendo la situación deseable. La Administración debe redoblar esfuerzos en perseguir la competencia desleal, por el bien de todos. De esa manera, esos negocios se verán obligados a pedir licencias, constituirse como empresas, dar de alta trabajadores, y pagar impuestos, como hacen todas las empresas a las que representamos, registradas en la Seguridad Social. En cualquier caso, hay que recuperar el turismo nacional. Estamos muy contentos de que, al final, la Casa Real haya anunciado que Sus Majestades pasarán unos días en Marivent, como es tradición. Este anuncio es muy importante para mantenernos como destino de calidad ante el mercado nacional e incluso internacional y es una muestra de confianza de la Casa Real en el modelo turístico balear.
—En términos de independencia económica y política, ¿Qué supondría para la CAEB emanciparse?
—La CAEB, como el conjunto de la CEOE y de CEPYME, defiende el mercado único. Dicho esto, es necesario, para Balears, un cambio del sistema de financiación y un régimen fiscal propio como el de otras Islas del Mediterráneo, especialmente los de Córcega y las Islas del Mar Egeo, donde el tipo de IVA está reducido en más de un 30% respecto al continente y reciben millones de euros en ayudas para compensar la insularidad. Del mismo modo, defendemos una cogestión de nuestros aeropuertos y que atiendan nuestras peticiones en temas que afectan al motor de nuestra economía, el turismo. Un tema ante el que estamos reaccionando desde 2011 es el de las prospecciones. El escenario ideal es el que se mantenga la unión de mercado y política con España y Europa pero en el que se atiendan las reivindicaciones que consideramos justas, sin, por supuesto, renunciar a la solidaridad. Es más, mejorando nuestra productividad y evitando exponer a nuestras costas a riesgos innecesarios podremos aportar más en cifras absolutas al conjunto del Estado. Es necesario llegar a acuerdos y hallar puntos de encuentro. La única independencia que nos gustaría alcanzar es la de las subvenciones. Estamos de acuerdo que la CAEB debe intentar mantenerse sin intervención pública.