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“Salir de la crisis requiere solucionar la deuda pública y sanear el sistema financiero”

El presidente de la Cambra de Comerç habla del futuro de la economía en Balears.

La situación de crisis económica, junto a las reformas del gobierno de Mariano Rajoy y las protestas del sector hotelero han creado un clima de desconfianza en Balears. Joan Gual, mallorquín y experto en economía, augura un futuro mejor para  la economía en general y para las inversiones de capital público en particular. El presidente cameral confía en los jóvenes emprendedores para renovar el tejido productivo y se aleja de recetas únicas y milagrosas que nos puedan sacar de este mal trago.

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­—Empecemos por la actualidad. La subida del IVA, la supresión de la paga a los funcionarios, el recorte del paro, etc. ¿Cuáles cree que van a ser las consecuencias de estas medidas?
—Estas medidas tienen un efecto inmediato sobre el consumo. El equilibrio de las cuentas se hace interviniendo en dos factores: ingresos y gastos. Ciertas medidas, como el incremento del IVA creemos que van a tener un efecto negativo, no pretendido sobre la recaudación fiscal. Es, por tanto, perjudicial en una economía de servicios turísticos que compiten con otros destinos con costes menores.

—¿Qué ofrece la Cambra de Comerç a las empresas de Balears?
—La Cámara es una corporación de derecho público que tiene como función participar en el fomento del desarrollo económico de las Islas. Las líneas que ahora se están priorizando son la Formación Profesional, con una apuesta por el nuevo modelo de FP dual, que supondrá prácticamente una formación en el seno de la empresa con horarios complementarios en las aulas. Estamos acompañando las empresas en la salida al exterior, que, en este momento, a través de las TIC y los servicios turísticos tienen un gran potencial de triunfar en el exterior. También estamos trabajando en la creación de empresas a través de la ventanilla única, no solo facilitando trámites sino conduciendo los inicios de la actividad de los nuevos emprendedores. Y, por último, actuamos en la resolución de los conflictos mercantiles, abreviando el tiempo de solución a través del arbitraje y próximamente a través de la mediación mercantil. Nuestro servicio de estudios provee de los datos y la información precisa para tomar las decisiones que afectan a la interlocución empresarial ante todos los estamentos sociales, económicos y la administración.

—¿Cómo puede ayudar la Cámara a los jóvenes que deciden emprender?
—El servicio de asistencia a empresas y la VUE están plenamente identificados con los jóvenes emprendedores, ya que representan la renovación de nuestro tejido productivo, indispensable para adaptar nuestra economía a los nuevos tiempos y garantizando nuestro sistema con pleno empleo y actividad sostenible.

—En este momento, lo único que interesa a las pequeñas y medianas empresas es salir de la crisis. ¿Cree usted en una receta única o hay que trabajar diferente en cada caso?
—Salir de la crisis requiere solucionar la deuda pública, para volver a invertir desde el capital público, y sanear el sistema financiero para que vuelva a cumplir adecuadamente su función social, ambas premisas son imprescindibles para que las empresas activen su desarrollo, a través de la inversión y el consumo, ahora paralizados.

—¿Cree usted que la liberalización de horarios puede mejorar los ingresos, aunque las pequeñas empresas se opongan?
—La liberalización de horarios es un mito muy venerado, aunque no siempre útil. Es necesario en determinadas zonas con afluencia turística, con demanda que lo justifique. En otras zonas, puede no tener ni siquiera demanda. Depende de cada caso y siempre en función de la demanda.

—¿No cree que el inicio de la temporada alta está siendo un tanto decepcionante a la hora de reponer fuerzas para poder aguantar durante el invierno?
—El problema está en que una estacionalidad tan marcada antes quedaba compensada con un sistema financiero que ayudaba a equilibrar el año con el crédito. El riesgo de que cierren empresas viene por dos lados. Uno es la bajada de la demanda y el segundo es que esta no queda compensada por la banca a causa de la ausencia de ese crédito. Así, el invierno puede ser crudo. En primer lugar, el turismo nacional no responde y era el que podría aportar visitantes en temporada baja durante los fines de semana; y en segundo, las empresas que han hecho inversiones no consiguen ingresos suficientes durante el verano para compensarlas.

—El gran reto de Balears es acabar con la falta de vuelos durante el invierno. ¿Estamos haciendo los deberes?
—Entre la crisis y la Primavera Árabe hemos perdido la visión de los objetivos. Ya estaba enfocado cómo buscar turistas en invierno, y está claro que no es con el Imserso español. El Ayuntamiento de Palma, con políticas como la de aperturas comerciales o la ocupación de terrazas, está empezando a trabajar. Ahora comienza a ser apetecible pasearse por la ciudad para quien nos visita en invierno. Se está empezando a crear producto. A eso hay que sumarle la oferta de deportes y el Palacio de Congresos.

—La internacionalización del  ‘know how’ turístico mallorquín es un asunto pendiente. ¿Cómo está avanzando el tema?
—La salida al exterior es posible, conveniente y en algunos casos imprescindible. Es una parte de nuestro futuro. Los servicios turísticos, en general, tienen mucho que ofrecer al exterior.

—Dada la situación actual, ¿Qué futuro próximo prevé para el sector hotelero?
—Hay que tener en cuenta la importancia del sector, ya que aloja al 55% de nuestros 12.000.000 de visitantes. Al existir la competencia de otros países mediterráneos de costes inferiores,  es preciso volcarse en la calidad,  en la puesta al día de sus instalaciones y en la adaptación a la demanda como camino hacia el futuro.