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“Si a Rajoy no le gustan algunas medidas, menos nos gustan a los demás”

Oliver: “El aumento del IVA nos resta competitividad”

La subida del IVA, así como la huelga desconvocada en el sector hotelero son algunos de los temas que trata el presidente de la confederación empresarial intersectorial representativa del empresariado de Balears.

—¿Cómo se encuentran las empresas baleares ante la crisis?
—En general, debilitadas. El saldo entre la creación de nuevas empresas y autónomos y el cierre de negocios sigue siendo negativo. No obstante, hay actividades que se mantienen mejor que otras, y empresas que han dado un paso al frente en busca de nuevas oportunidades de negocio, tanto aquí como en el resto de España y en el extranjero. En este sentido, existen proyectos viables que merecen del apoyo público, privado y financiero necesarios para ejecutarlos.

—¿Las medidas del Gobierno español, van por buen camino?
—Cualquier subida impositiva tiene efectos negativos para el consumo en general, y en el caso del IVA habrá que ver si podrá repercutir solo en los precios o si las empresas tendrán que absorber total o parcialmente dicho incremento. En el caso de nuestra comunidad autónoma, el aumento del IVA nos resta competitividad con respecto a otras islas del Mediterráneo que también forman parte de la Unión Europea, y una reivindicación histórica es precisamente que las Baleares puedan tener una consideración especial, a pesar de que no podamos evitar la aplicación de algún tipo de IVA.  En relación al resto de medidas, si al propio presidente de Gobierno no le gustaban, tal y como afirmó en su intervención en el Congreso de los Diputados la semana pasada, salvo alguna como la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, menos nos gustan a los demás. Incluso, algunos analistas señalan que las medidas no reducen suficientemente el capítulo de gastos y, por el contrario, se centran demasiado en elevar los ingresos mediante el incremento de la presión fiscal. Por otra parte, la más que probable caída del consumo ante el alza de los impuestos, se debería compensar con nuevas inversiones productivas por parte de la Administración que nos alejen de la recesión. En cualquier caso, son medidas que en gran parte vienen impuestas por el Eurogrupo y los socios de España en la Unión Europea (UE) y difíciles de sortear, y solo nos cabe confiar en que tengan efectos positivos en la financiación del Tesoro Público, en el acceso a la ayuda de la UE y en la recuperación del sector financiero que, de darse, debería redundar en mayores posibilidades de crecimiento para nuestra economía y agilización del crédito a empresas.

— Una posible huelga en el sector turístico ha  amenazado estas últimas semanas la economía balear. ¿Por qué ha costado tanto a los empresarios aceptar las condiciones de los trabajadores?
—Los sindicatos quieren neutralizar a través de los convenios los efectos positivos de la reforma laboral. Creo que las empresas y sus representantes no deben ceder más de lo que puedan ofrecer, pues neutralizar la reforma laboral mediante los convenios sería un error. La reforma laboral es necesaria para lograr mayor competitividad, y aspectos como  la flexibilización de los horarios son importantes. Hay que tener en cuenta que en un momento como el actual las empresas deberían poder tener máxima adaptación a las necesidades de sus clientes y de producción y, para ello, es inevitable que los empleados se puedan ajustar a cierta flexibilización de horarios, por supuesto, siempre respetando sus derechos.  Por otra parte, la crisis ha provocado una caída del consumo y de la producción, a la vez que las empresas han visto como se endurecen las condiciones del mercado y se dificulta su viabilidad, han trasladado parte de estas complejidades a las negociaciones con sus empleados y sus representantes. No obstante, el propio empresario y los socios de las empresas también han padecido y padecen esta situación y, en muchos casos, tiene consecuencias en su patrimonio personal. En resumen, la reforma laboral  ha establecido un marco más flexible y los empresarios han querido adoptarlo en las negociaciones para ajustarse a las nuevas necesidades del mercado, mientras los sindicatos han querido neutralizarlo. Al final ha imperado el sentido común y nos satisface que se hayan llegado a acuerdos para evitar las huelgas. En este sentido, cabe destacar la función indispensable del Tribunal de Arbitraje y Mediación, cuya Fundación se compone por CAEB y sindicatos.

—¿Qué medidas adopta la CAEB para frenar la crisis?
—Nuestro principal objetivo, como confederación empresarial, es apoyar a nuestras asociaciones y a las empresas que las integran, y así favorecer el crecimiento de éstas, lo cual beneficia tanto al empresario, como a los socios y a los trabajadores. Precisamente, desde la CAEB estamos convencidos de que la fórmula más efectiva de combatir el desempleo es desarrollar esta iniciativa privada, pues contribuye a crear y redistribuir riqueza. En este sentido, tanto la acción de lobby que llevamos a cabo, como las numerosas sesiones formativas e informativas que organizamos, favorecen la sostenibilidad de las empresas de Balears y, de manera indirecta, el mantenimiento de sus puestos de trabajo. No obstante, también llevamos a cabo acciones más concretas en la lucha contra el paro (disponemos de un servicio de orientación de empleo); asesoramos a emprendedores que quieren montar su propio negocio e impartimos una formación de calidad muy orientada a las necesidades empresariales, consiguiendo que los desempleados y trabajadores en activo aumenten su empleabilidad y productividad.

—¿Han aumentado los afiliados en la CAEB?
—Durante el último año ha aumentado el número de organizaciones empresariales asociadas a la CAEB y el número de socios colaboradores y entidades que suscriben convenios con nosotros. En momentos como el actual es más necesario que nunca mantener sinergias y defender los intereses comunes a través del asociacionismo empresarial, del mismo modo que muchas pequeñas empresas se están fusionando o llegando a acuerdos con otras para ganar tamaño y fortaleza. La unión hace la fuerza.

—¿Como ve el futuro?
—A finales de 2010, en la presentación del Informe de Coyuntura Económica de Balears que realizamos en CAEB, apunté que la recuperación no sería vigorosa hasta finales de 2014 y, a pesar que parecía una previsión pesimista, se está cumpliendo. Según las previsiones del FMI, España no saldrá de la recesión antes de 2014, pero si se hacen las reformas necesarias creo que habrá establecido las bases para ser más competitivo y controlar el déficit público, por lo que de cara al segundo lustro de esta década soy razonablemente optimista. En cualquier caso, para consolidar un crecimiento sostenible a largo plazo, además de la recuperación económica, también es necesario invertir en educación, formación, nuevas tecnologías, I+D+i y en nuevas infraestructuras que hagan más competitiva a nuestra economía y logren que nuestra sociedad esté mejor preparada de cara al futuro. Si no se produce un esfuerzo inversor en estos ámbitos, a medida que se reduce el gasto público en otras áreas, tendré que revisar mi optimismo y moderarlo.