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«Es importante dinamizar y actualizar los órganos de decisión»

“La lentitud política no es buena para el mundo empresarial ni para afrontar los retos de las nuevas Cámaras”.
“La lentitud política no es buena para el mundo empresarial ni para afrontar los retos de las nuevas Cámaras”.

José Luis Roses preside un renovado modelo cameral especializado en la internacionalización, la competitividad y la formación empresarial, las áreas que precisamente les asigna la nueva ley estatal de Cámaras de Comercio aprobada el año pasado. Mientras la normativa autónomica se adapta, el presidente de la Cambra de Comerç de Mallorca pide agilidad y sensibilidad al nuevo Govern, al tiempo que valora con positividad el nuevo escenario económico-laboral al que parece encaminada Balears, “en una senda ascendente de la economía”.

—Hace más de un año que la nueva ley de Cámaras de Comercio entró en vigor, pero en Balears sigue pendiente su adaptación autonómica. ¿Cómo vive la Cambra de Comerç de Mallorca esta demora?
—Desde 2010, año en que se eliminó el recurso cameral permanente, la Cámara de Mallorca, como otras cámaras, empezó a redefinir su actividad poco a poco, centrándose más en la colaboración público-privada y especializándose en las áreas que la norma nos asigna, como la internacionalización, la competitividad y la formación empresarial. Sí que es verdad que, en algunos momentos, ante el vacío normativo, hemos dado palos de ciego, pero afortunadamente la hoja de ruta que hemos desarrollado encaja a la perfección con la ley estatal aprobada el año pasado. La normativa autonómica será un desarrollo de la nacional, que es la que ahora nos marca el cauce sobre el que discurre nuestro trabajo. Digamos que estamos acostumbrados a la lentitud política, aunque para el mundo empresarial no es buena y la ley autonómica debería salir cuanto antes. Nosotros ya mostramos nuestra disposición a colaborar por activa y pasiva con el ejecutivo anterior. Esperemos que el nuevo Govern sea más sensible a la actividad de la entidad cameral, fundamental como eje de referencia del tejido empresarial y la actividad económica de Baleares.

—Teniendo en cuenta los cambios que se pueden producir con la adaptación autonómica, ¿el nuevo marco normativo invita al optimismo?
—Creemos que sí, somos optimistas. Se ha reforzado la naturaleza de derecho público de las corporaciones camerales para la representación, promoción y defensa de los intereses generales del comercio, la industria, la navegación y también los servicios. También nos presentamos como una organización especializada dispuesta a aliviar de cargas a las administraciones, en los ámbitos que nos corresponden, donde somos líderes, como en la formación empresarial y profesional no reglada, la competitividad de las empresas o en la internacionalización, por citar campos evidentes.

—¿Ha contactado ya con el nuevo ejecutivo?
—Bueno, estamos en ello, elaborando un calendario para proponer reuniones a las nuevas autoridades del Govern, para que conozcan el momento que vive al institución cameral, explicarles la situación de los sectores empresariales, aportarles nuestra visión transversal a todos los sectores productivos insulares, como órgano consultivo que somos, ponernos a su disposición para desarrollar trabajos conjuntos o responsabilidades en las áreas que nos atañen y animarles a que saquen la ley autonómica. Es importante dinamizar y actualizar los órganos de decisión como el Pleno y el Comité, renovarlos para afrontar fortalecidos los retos de las nuevas Cámaras y para eso ha de haber elecciones y para haber elecciones ha de aprobarse la ley.

—¿Qué espera del nuevo Govern balear?
—Será este el Govern que saque adelante la ley autonómica de las Cámaras de Comercio y confío en que entre todos sepamos reforzar el carácter de institución de referencia para la economía insular, para representar, promover y defender los intereses generales de la economía y de las empresas. Estamos trabajando sobre un decálogo de coyuntura sobre aspectos básicos de la Cámara, que pretende resumir muy sucintamente nuestra filosofía desde un punto de vista reivindicativo. Posiblemente podamos contrastarlo con el nuevo Govern y así establecer puntos de referencia claros sobre los que trabajar conjuntamente.

—¿Alguna petición inminente?
—Sí, una petición, que las decisiones legislativas y normativas estén dotadas de su correspondiente estudio de repercusión económica.

—Desde el Ministerio de Empleo han adelantado que los datos de la EPA del segundo trimestre serán históricos. Como presidente cameral, ¿cuál cree que es la realidad?
—Bueno, estamos asistiendo a repuntes importantes de los principales índices, cuando no hace mucho estábamos a punto de que nuestra economía fuera intervenida. La capacidad de recuperación del país, gracias a las medidas tomadas y al esfuerzo de todos, es realmente espectacular. Es verdad que todavía tenemos un paro importante, pero va a la baja. Palma se ha situado a la cabeza del descenso de desempleo a principios de año, según publicaba un diario económico recientemente. Me da la impresión de que podemos estar asistiendo al cambio de un modelo económico laboral, en una senda ascendente de la economía, donde primará la competitividad y el emprendimiento por encima de otros aspectos, tal vez en detrimento de la seguridad, mal entendida, de otros tiempos.

—¿La desestacionalización sigue siendo un asunto pendiente en Balears?
—Sigue siendo una asignatura pendiente, pero se han dado pasos importantes en el sentido de ofrecer productos turísticos más allá del sol y la playa. Las aperturas de los hoteles de ciudad que estamos observando es un buen síntoma. La desestacionalización pasa por Palma, por tener una permanente oferta comercial, gastronómica, cultural, deportiva, de ocio, excursiones, wellness, etc., durante todo el año. Y Palma debe ser cabeza de pelotón de esa oferta, con unas compañías aéreas dispuestas a colaborar porque ven negocio. En este sentido la Fundació Palma 365 está haciendo un buen trabajo.

—¿Y qué opina sobre la calidad del empleo que se está generando?
—Ya he comentado que creo que estamos asistiendo a un cambio de paradigma. Evidentemente no es el empleo permanente de otras épocas, se está registrando empleo precario, pero quiero pensar que es pasajero, que las empresas recuperarán su musculatura y que la gente preparada encontrará sus buenos puestos de trabajo porque si no se irán a la competencia. La Formación Profesional en este aspecto es esencial y debe ser apoyada y dotada de más recursos.

—¿Qué estrategias contempla la Cambra de Comerç para seguir creando empleo en la isla?
—Estamos trabajando con el PICE, el Programa Integral de Cualificación y Empleo, que es una herramienta eficaz para los jóvenes entre 16 y 24 años que ni estudian ni trabajan en este momento. Es plurianual y acompañamos en todo el recorrido curricular a los alumnos, a los que acercamos a las empresas con la preparación necesaria para acceder a las demandas empresariales. Por otra parte, nuestro objetivo está en asistir a las empresas a ser más competitivas. Por ejemplo, lo que funciona muy bien es nuestro programa de mentores, seniors de reconocida solvencia profesional que tutelan durante un tiempo a emprendedores, a pymes, etc. También sería deseable continuar lo que en su momento iniciamos en la Cámara, de la mano del Govern, con la Formación Profesional Dual, funcionó muy bien pero se paró administrativamente.

—Otra herramienta que ofrecen a sus socios es el Club Cambra Mallorca. ¿Qué resultados está obteniendo con esta plataforma de negocios?
—El Club Cambra Mallorca es una plataforma empresarial que tiene un gran recorrido por delante. En estos momentos tenemos más de 2.000 socios, que asisten a las actividades programadas por el Club y se benefician de las ventajas que nos ofrecen terceras empresas. Y eso que todavía no está plenamente desarrollado, no ha cogido la velocidad de crucero. Tras el verano prevemos nuevos impulsos con nuevas iniciativas.

—Una de las áreas de actuación más relevantes de la Cambra de Comerç de Mallorca es el impulso a la internacionalización y a la competitividad. ¿Cómo cree que están respondiendo las empresas de las islas al comercio internacional?
—Baleares es uno de los territorios con más empresas internacionalizadas por habitante y metro cuadrado. Son empresas sólidas, multinacionales básicamente del turismo pero también de otros sectores que aprovechan el tirón de los hoteles. Por otra parte, empresas de servicios y tecnológicas instaladas en el Parc Bit también están encontrando mercados fuera interesantes, muchas exportando ‘know how’ turístico, que es nuestro fuerte. Para ser internacionales hay que ser competitivos, ambos conceptos van de la mano.

—¿Se podría decir que Balears camina hacia un nuevo escenario económico?
—Es pronto para decirlo, pero todo apunta a que podríamos superar los efectos de la crisis antes que otros territorios. Hay empresarios que están apostando por la calidad y con rentabilidades buenas. Hay una especie de resurgir interesante. Además, es un lugar reconocido internacionalmente para invertir con seguridad. Lo ideal sería que fueran inversiones dirigidas a diversificar nuestro PIB, a sectores alternativos que casen bien o estén entorno al turismo, como por ejemplo el tecnológico del que hablábamos antes, pero también el de salud, el de la educación y muchos otros.